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FUENTES
 
(1)VILLANUEVA LÁZARO, J. M., La ciudad de León del gótico mudéjar a nuestros días (Siglos XIV-XX), León, 1980, p, 119.

 

Hacia 1672 el regidor perpetuo de León y de Medina de Rioseco, Don Alejo Olmos Pimentel mandó levantar una casa en la que entonces era la Plazuela del Teatro, ya que en ella estaba ubicado el Patio de Comedias de la ciudad, que actualmente es la calle del Arco de la Ánimas.

 

Palacio de hidalgos leoneses con gran portada de piedra y arco de medio punto, la fachada es de ladrillo y los adornos renacentistas. Pertenece al siglo XVII y ha sufrido varias renovaciones. La fachada está flanqueada por torres con balcones y escudos heráldicos labrados en piedra, que corresponden a los linajes de Escobar, Castro y Quirós. El escudo de la fachada muestra la bordura con cruces de San Andrés, tres escobas verdes con cintas por los Escobar, seis roeles por los Castro y los dos lobos pasantes por los Osorio. En una torre el escudo de los Carrera que consta de una torre sobre un monte y un caballero con lanza.

 

En 1693 el sobrino de éste, Don Alejo Olmos Quiñones y Girón, marqués de Torreblanca aparece ya como propietario del inmueble, y así permaneció, en poder de este marquesado, hasta que en 1759 cambió de titularidad, pasando a formar parte de las propiedades de Bernardo Escobar, Señor de Cembranos, y en 1810 la casa fue totalmente saqueada por el ejército francés, que se llevó incluso los muebles.

 

Eusebia, hija de Escobar, se casó en 1845 con Pedro de Balanzategui, militar vasco que llegó a ser alcalde de León en dos ocasiones, y fijaron su lugar de residencia en el palacio leonés. Pedro de Balanzategui fue fusilado en 1869, y su familia (la viuda y el hijo) empezó entonces a sufrir dificultades económicas. Así, el 4 de marzo de 1874 vendieron el palacio al presbítero capellán del hospital de San Antonio Abad, Don Juan Balanzategui Olate por 31.667 pesetas. A partir de ese momento el edificio dejó de tener carácter residencial y empezó a tener diferentes usos, sufriendo profundas remodelaciones. En 1883 se arrendó el palacio al Estado por doce años y 3.000 pesetas de renta anual, y allí se instalaron las oficinas de Gobernación y Fomento y el telégrafo.

 

Don Juan Balanzategui murió en 1891 y dejó en herencia el palacio de Torreblanca a su hermana, doña Victorina Balanzategui, que le alquila el palacio a la sociedad “El Casino”. Esta sociedad recreativa lo remodela nuevamente y añade un piso en el espacio comprendido entre las dos torres. En 1921 los responsables de la sociedad Nuevo Recreo Industrial compran este antiguo palacio a doña Victorina por 175.000 pesetas, y en 1924 y después de realizar nuevas reformas, el Nuevo Recreo Industrial traslada aquí sus salones sociales, ubicados hasta entonces en la calle La Paloma.[1]

Fecha: 1672

C/ Calle Arco de Ánimas

PALACIO DE TORREBLANCA

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