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FUENTES
 
(1)SERRANO LASO, M., La Arquitectura en León entre el historicismo y el racionalismo. 1875-1936, León, 1993, p. 202.

 

(2) SERRANO LASO, M., Arquitectura doméstica en León a principio de siglo (1900-1923), León, 1992, pp. 83-85.

Otro ejemplo de modernismo lo encontramos en este edificio de Torbado. Su fachada franqueada por torres articuladas mediante estrechos vanos adintelados, con ventanas trilobuladas,  recuerda al edificio Botines. Además, el tratamiento de los sillares es en todo el edificio rugoso. Esta obra de Gaudí se convirtió desde su construcción en un icono de la ciudad[1], insuflando un soplo de aire fresco a la realidad arquitectónica de la misma. Aparte de estos elementos, carece de decoración añadida.

 

Su altura fue elevada con posterioridad dos pisos más, pero continuando con el estilo del plan original, de manera que se consiguió un aspecto mucho más esbelto. Como en la mayoría de edificios, la parte inferior está totalmente cambiada, respondiendo a las necesidades de los comercios allí situados. Las plantas originales, que son las tres primeras, están jerarquizadas mediante el uso de diferentes tipos de vanos. En la planta inferior se dispone un balcón corrido, con amplios vanos cubiertos por arcos carpaneles. En la segunda planta los tres vanos tienen balcones, mientras que en el tercer piso sólo tiene el central. Los trabajos de hierro en los antepechos de los balcones son de inspiración en las artes industriales modernistas, y guardan similitudes con los del edificio Lorenzana. Las torres están rematadas a modo de templete de planta circular, de clara inspiración clasicista, que además están cubiertas mediante una cúpula semicircular recubierta con cerámica de colores, al modo modernista catalán[2].

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

Autor: Juan C. Torbado

Fecha: 1912

Av. Ordoño II, 16

EDIFICIO ALFAGEME

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