LEÓN, ESPAÑA

Julio del Campo fue un importante cantero nacido en Perales, Palencia, pero que ejerció su oficio en León. Julio y su mujer Antolina Luna Aparicio donaron esta escuela en 1917, de la cual se conserva en su aspecto original únicamente su fachada[1]. Realizada en sillería de piedra por el mismo Julio del Campo, su composición de inspiración clasicista tiene un objetivo didáctico, constituyendo todo un homenaje a los grandes personajes de la cultura leonesa.

 

De estilo ecléctico, combina diferentes elementos, todos con una gran carga simbólica. En el centro sitúa, entre pilastras con capiteles inspirados en el románico[2], una esfera geográfica del mundo, de carácter escolar. Debajo, el busto de Julio del Campo domina la fachada, sosteniendo un pergamino en el que dedica la obra a todos sus colaboradores: maestros, albañiles o canteros. En las grandes ménsulas situadas bajo las pilastras, de una clara inspiración manierista y barroca, están esculpidas las letras del abecedario, tanto en minúscula como en mayúscula, además de los números arábigos y romanos.  

 

En el resto de la fachada, entre los vanos, articulan el muro unos pendones esculpidos, decorados con guirnaldas en la parte superior, y sostenidos por niños o putti en la parte inferior. Dentro de estas piezas están tallados en bajorrelieve los retratos de personajes ilustres de la cultura leonesa: el restaurador de la catedral Juan Madrazo, el orfebre y teórico renacentista Juan de Arfe y Villafañe, y Francisco Fernández Blanco Sierra Pambley y Gumersindo de Azcárate; ambos creadores de la fundación Sierra Pambley, situada en la calle del mismo nombre, frente a la catedral. Además de estas efigies, se hallan esculpidos los nombres de otros grandes personajes, divididos por disciplinas. En uno aparecen los artistas y arquitectos que trabajaron en la catedral de León, en otro grandes figuras de la ciencia y la cultura de todo el mundo (como Marconi o Miguel Ángel) y finalmente aquellos filántropos leoneses que trabajaron por mejorar la educación y la calidad de vida de los ciudadanos leoneses, mediante la fundación de escuelas, hospitales o el ejercicio de las artes y el comercio[3].

 

En este artículo escrito por Cristina Fanjul en el Diario de León está disponible una imagen explicativa de la fachada de gran utilidad.